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miércoles, 8 de agosto de 2012

Por fin en la isla

Después de 48 horas en Islandia, por fin podemos conectar con internet y comenzar de verdad la crónica del viaje. 
El vuelo resultó bastante pesado por la incomodidad de los asientos, que añadido a una molesta lumbalgia no nos permitió dormir todo lo deseado. Nos recibe el aeropuerto de Keflavik a las 5 de la mañana de un día nublado, que se nubla un poco más cuando el empleado de la compañía de alquiler de coches nos dice -cuando conseguimos entender su ingles gracias a unos compatriotas- que no está el que habíamos contratado, que nos dan otro de momento y que ya nos lo cambiarán en nuestro hotel. Al final salimos a las seis de la mañana con un Toyota 4x4 bastante hecho polvo y sin saber cuanto tiempo lo tendremos, además descubrimos con estupor que es automático, algo    totalmente nuevo para nosotros. Pero como tenemos por lema que estas tonterías no pueden amargarnos las vacaciones, salimos dispuestos a comernos Islandia a bocados, eso si, después de pasar por el único bar que encontramos abierto a esas horas para hacer un bocadillo.







Pasamos por pueblos de nombre impronunciables hasta llegar a una costa inhóspita pero a la vez muy hermosa. Vemos las primeras fumarolas que emiten un desagradable olor a huevos podridos, y acabamos en el plato fuerte  del día: la laguna azul, una increíble piscina de aguas salobres y muy calientes en medio de un paisaje lunar.
Se hace extraño salir al exterior en bañador con una temperatura de no mas de 14 grados y meterte en una piscina de la que sale vapor como si fueras a un cocedero. Pero la experiencia vale la pena, y cuando ya estamos super arrugados de tanto remojo y muy relajados ponemos fin a la agradable experiencia.
Volvemos a la carretera, rumbo norte hacia el hotel que nos dará cobijo esta noche, y llegamos tan reventados, a pesar de que son las 5 de la tarde, que damos por finalizado el día con una estupenda siesta que solo interrumpimos para dar cuenta de una estupenda cena en el mismo hotel. Y a dormir que mañana nos espera un día intenso.

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