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lunes, 1 de septiembre de 2014

Primer día de templos en Kyoto

Hoy ha sido nuestro primer día completo en Kyoto, y hemos decidido comenzar por la zona este de la ciudad, conocida como Higashiyama, donde la ciudad alcanza las colinas que la rodean. Hemos usado el autobús número 100 que nos ha acercado a Kiyomizu-dera, un templo budista fundado en el siglo VIII aunque los edificios actuales son del XVII.


Justo antes de entrar en el templo tienes la oportunidad de penetrar simbólicamente en el vientre de una bodhisattva y pedir un deseo. Es una experiencia interesante,sobre todo porque se hace a oscuras y solo cuesta 100 yenes.


Una vez en el templo, varias singularidades llaman la atención. Por una parte la sala principal tiene una gran terraza apoyada sobre un entramado de pilares desde donde en días claros debe de haber unas buenas vistas. En nuestro caso como llovía no las pudimos disfrutar.


También existen dos rocas separadas por 18 metros que deben cubrirse caminando con los ojos cerrados si se quiere tener suerte en el amor. Los acompañantes pueden ayudar con sus indicaciones, pero eso significa que también hará falta ayuda para conseguir el verdadero amor.


Por ultimo está el Otowa-no-taki, la cascada sagrada cuyas aguas dan salud y longevidad a quien las beba. Nosotros bebimos por sí funcionan.



Al salir bajamos por la calle de la Tetera, llena de tiendas de regalos y pastelitos, pero aún así encantadora. Y por otras callejuelas igualmente preciosas, y quizás más por la lluvia persistente, llegamos al templo budista de Kodai-ji, que nos resulta encantador, sobre todo porque tiene los más hermosos jardines que hemos visitado hasta el momento. Si en Septiembre esta precioso,aunque casi todo el follaje es verde intenso, no queremos pensar lo que debe ser entrado el otoño, cuando los arces tomen todos los tonos del rojo. Sencillamente espectacular.




Tras ese templo salimos un poco en trance en dirección norte hacia el parque de Maruyama-koen, en el que destaca un cerezo centenario, y en cuyo extremo Este se encuentra Chion-in, otro templo budista de grandes dimensiones sede de la rama de budismo jodo.



Como ya estamos un poco empachados de templos decidimos acabar en el extremo Oeste del parque con un templo más pequeño y popular, Yasaka-jinja, el templo protector del barrio de Gion en que se encuentra.



Tras un pequeño descanso que aprovechamos para comer unos emparedados, bajamos al barrio de Gion, para buscar las calles más típicas, en las que todavía es posible ver alguna Geisha. Nosotros no vemos ninguna, entre otras razones porque es muy temprano, y si hay alguna posibilidad  es al atardecer. De todas formas coincidimos con la sesión de fotografía de unos novios ataviados al estilo tradicional que, como decimos nosotros, tienen foto.


Volvemos al hotel, a descansar un rato, y luego volvemos al ataque para dar una vuelta por el centro de la ciudad y su zona comercial, que tiene la curiosidad de tener las aceras cubiertas con marquesinas, lo que las hace muy cómodas en caso de lluvia.


Acabamos el día con un menú de fideos soba muy buenos.
Mañana nos espera otro día apretado de templos y jardines.

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